El veredicto del tribunal de apelación de Turín ha agravado la condena del primer grado elevándola de 16 a 18 años; el fiscal Guariniello había solicitado la máxima par este tipo de delitos que es de 20 años.
Stephan Schmidheny ha sido condenado por el delito de desastre ambiental doloso permanente. Además la sentencia ha reconocido que este desastre, no sólo ha afectado a Casale y Cavagnolo sino también en Nápoles y Rubiera, que habían sido excluidas en la primera instancia.
La gravedad de la sentencia corresponde a la conducta criminal continuidad y planificada de la multinacional Eternit. Durante décadas el cartel del amianto han mantenido a los trabajadores y a la población en general en la ignorancia de los efectos letales del mineral, con el único objetivo de aumentar su riqueza. Este sistema ha provocado miles y miles enfermedades y muertes entre trabajadores y población.
Nosotros que representamos a las víctimas de Italia, España, Bélgica, Francia y Perú, con otras delegaciones internacionales que asistieron ayer a la lectura de la sentencia, queremos subrayar las enseñanzas ejemplares que se derivan de esta histórica sentencia:
1. La vida y la dignidad humana tiene que ser salvaguardada en el ambiente de trabajo y de vida. Nadie tiene el derecho de anteponer el dinero a la salud y la vida humana.
2. Las multinacionales son entidades poderosas, pero su impunidad puede ser vencida cuando las víctimas luchan unidas y cuentan con el soporte de la población y de las demás víctimas del mundo.
3. El amianto que se sigue utilizando en 3/4 partes del mundo tiene que ser prohibido de inmediato.
En este día, las asociaciones de víctimas celebran la victoria de la justicia y de la esperanza.
En Casale, Turín (Italia) el 4 de junio de 2013.
AFEVA (Italia), ANDEVA (Francia), FEDAVICA (España), ADEVA (Bélgica), CSA América Latina.